jueves, 14 de febrero de 2013

El amor, una buena excusa...





“Hay sombras en ‘te quiero’, no sólo amor, no solamente...” (Jean-Jacques Goldman)

Siempre me ha asombrado la cantidad de excusas encontradas para justificar actitudes posesivas o negativas en el nombre del amor.

Los padres le impiden al niño volar y equivocarse por amor. Ya.

Mujeres retienen a sus parejas cayendo embarazadas en el momento menos oportuno, por amor, por supuesto.

Hombres pegan (o matan, cosa que de momento, según los medias, parece el deporte nacional, espero equivocarme) a sus conjugues por amor... también.

Otros se quitan la vida, siempre por amor.

No hace falta que siga, os amargaría el día. No hablemos ni siquiera de las cosas hechas por odio, ¡ni os cuento!

A donde quiero llegar, es allí mismo: ¿cómo podemos justificar actos insensatos, injustos o crueles en nombre del amor? Lo que designamos con el término “crimen pasional” o “lo hizo por amor” no es otra cosa que celos, envidia, falta de autoestima y de... amor, además de desprecio hacia la vida y posesión.
Eso, ¡NO ES AMOR!

No os voy a decir lo que es el amor (¡tranquilos!), que no lo sé. No obstante, pienso tener una vaga idea de los que NO ES.

No sé que tipo de amor debemos dar a nuestros hijos para que crezcan enamorados de la vida y que aprendan a levantarse. No lo sé pero igualmente lo intentaré.

No sé tampoco el tipo de amor que debo dar a mi pareja sin mandar ni ser mandada,  a pesar de todos los pesares. Y creo que es mejor saber cuanto antes si valemos para este tipo de aventura.

No sé ni siquiera el amor que me debo a mi misma, como perdonarme de una vez  por todos mis errores. Sin embargo, sé que me toca hacerlo y doy gracias a la vida de darme esta oportunidad.

Es siempre muy triste de oír  alguien decir “no puedo vivir sin él/ella”. Pienso que lo mejor que se puede decir de otro ser, es que le ha insuflado amor a la vida.

No os haré tampoco una lección inaugural sobre el amor incondicional por una razón bien sencilla: lo único que sé de él es que es mejor comprarse un perro si queremos recibirlo alguna vez.

“Si tú me quieres, me dejarás volar” canta Amaral. ¡Os deseo un buen vuelo!
Isabelle TOUSSAINT

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